La red favorita de los mexicanos reflejó algunas tendencias digitales interesantes durante la recta final de las elecciones estatales del 5 de junio del 2022. Los candidatos que más gastaron no siempre resultan los ganadores.
La propaganda digital se ha convertido en un poderoso agente de influencia en las elecciones mexicanas. En vista de la creciente digitalización del país, el tema solo ganará en importancia en los próximos años.
El sexenio de Peña Nieto cerró con un uso netamente propagandístico de redes sociales, tal como inició su campaña presidencial. El nuevo gobierno de AMLO debe evitar ese error.
La Secretaría de Educación Pública gastó casi 14 millones de pesos en propaganda colocado en Facebook y Twitter durante el 2017 para dar a conocer la Reforma Educativa a un público distinto al que consume medios tradicionales como radio, televisión y periódicos. Por medio de documentos oficiales obtenidos vía el portal de transparencia del INAI, este trabajo analiza el contenido, alcance y estrategia de ese gasto, en vista del cambio discursivo sobre este tema del nuevo Gobierno federal 2018-2024, el cual ha dicho que echará para atrás las reformas impulsadas por el gobierno del Presidente Peña Nieto. Como fundamento teórico de este trabajo se usarán las ideas de Marketing 4.0 de Philip Kotler.
El sexenio 2012-2018 será recordado como el primero en haber confundido a las redes sociales como una herramienta propagandística, una estrategia que no debe ser repetida.
Las instituciones públicas mexicanas han trasladado sus tácticas de promoción tradicional a las redes sociales y a distintos portales de la red. Estas acciones no se diferencian gran cosa de los spots y espectaculares que hemos visto durante décadas. Lo único que cambia es la presentación de los mismos: del televisor pasivo avanzamos a la pantalla activa. El contenido es prácticamente idéntico. Hay poca creatividad en el ramo y aunque las cantidades erogadas son mucho menores a la propaganda tradicional, no deja de sentirse como una oportunidad perdida por parte del gobierno y distintas entidades que reciben dinero público.